Vamos a preparar hoy un caldo gallego, típico de nuestra gastronomía, plato de cuchara ideal para los fríos días del otoño e invierno. Se trata de un plato completo debido a los ingredientes que lleva: verduras, carnes, patatas, habas...
Se puede hacer con diferentes verduras de temporada: grelos (el clásico), nabizas o repollo como esta vez; a éste se le suele llamar caldo blanco. También se pueden añadir diferentes carnes: costilla y tocino salado de cerdo, carne de ternera, chorizo, lacón, huesos de ternera...
Sabíais que las nabizas y los grelos son muy ricos en calcio y fibra? Es por ello que son tan interesantes para prevenir la osteoporosis. También presentan cantidades importantes de vitamina A, E, K, C y también hierro y potasio.
Voy a explicaros la diferencia entre estas dos verduras. Los grelos suelen sembrarse a mediados de Septiembre, las primeras hojas que se dan para comer salen entre octubre y diciembre y éstas son las nabizas (son todo hoja). Al recolectar las nabizas se dejan en la tierra las hojas exteriores y parte del tronco por donde en breve comenzarán a salir nuevos brotes. Estos nuevos brotes son los grelos que se dan entre Enero y Marzo, antes de que la planta florezca.
El caldo gallego es un plato que admite de todo. Normalmente suelo hacerlo con un trozo de lacón (de los que vienen envasados) y algún hueso de ternera o de jamón. Esta vez he utilizado otras carnes de las que después se ha dado buena cuenta, y por supuesto lo que no puede faltar es un trocito de unto.
El unto es la grasa que recubre los intestinos del cerdo e impide que se peguen a la pared abdominal. Se sala y se enrolla, se deja secar en un sitio fresco o también se puede colgar en la chimenea para conseguir un sabor ahumado. Al cabo de un mes estará listo para su utilización.
La carne que sobre se puede utilizar para hacer unas sabrosas croquetas o la conocida "ropa vieja" de la que en breve os daré la receta.
Tanto la costilla como el tocino salados los dejaremos en agua desde el día anterior, cambiándola una vez.
El caldo gallego es un plato que está mas rico al día siguiente o al segundo que recién hecho, eso sí, tened en cuenta que siempre cuando lo recalentéis debe hervir.
Comenzamos!!
Ingredientes:
- Un repollo (o un manojo de grelos, nabizas...).
- Un trozo de costilla salada.
- Un trozo de tocino salado.
- Un trozo de carne de ternera.
- Un trozo de lacón (he utilizado el envasado).
- Un chorizo.
- Una patata grande.
- Un buen puñado de habas frescas (si no fueran frescas dejarlas a remojo desde la noche anterior).
- Un trozo pequeño de unto (del tamaño de una nuez).
Ponemos al fuego una olla grande con agua, el unto y las habas. En cuanto hierva añadimos las carnes y dejamos cocer durante una hora o hasta que la carne esté tierna. Probamos el caldo y añadimos sal si fuera necesario.
En ese momento añadimos el repollo y la patata troceados (la patata la romperemos con el cuchillo al trocearla, es decir, no la cortamos hasta el final sino que antes romperemos la patata. Esto se hace para que la patata suelte la fécula y engorde el caldo). Dejamos cocer todo junto durante otra hora más o menos. Durante la cocción debemos espumar el caldo (retirarle la espuma que se va formando en la superficie).
Para servir separamos las carnes del caldo y servimos por separado. En esta ocasión he tomado el caldo en un plato sopero pero lo ideal es tomarlo en una "cunca" de barro, tradicional aquí en Galicia.
Espero que os guste y buen provecho!!